Como quien mira a través de un telescopio descubriendo una galaxia, hoy logró desnudar el secreto de mi atormentada y ciclotímica personalidad que vaga entre un simulacro de cordura y mi YO. Mi mente asechada por temores y esa manía imperfecta de querer controlar lo que me rodea, resulta una habilidad inútil frente a esta situación que ha llegado a destruir el castillo de naipes que protegía mi corazón, asumiendo claramente que sin querer le entregué el permiso para volverme "nada" la vida, si eso deseara. Este caballero poseedor de un par de estrellas negras, que le dan ventaja, parece ser sincero, y creo que esa parte abusada, rota y maltrecha de mi quiere lo contrario, buscando la facilidad que entrega renunciar antes de resultar más involucrado, todos alguna vez en la vida nos hemos enfrentado a ello, es como implorar al cielo que llueva a cántaros y así tener una excusa para no ir al trabajo. Sin embargo, me temo que ya es tarde, y solo quedará dejarme llevar, dándome la oportunidad de exponerme nuevamente a la posibilidad de ser feliz y hacer feliz, que más da, si me he acostumbrado al calor de sus manos y a ver las estrellas tan cerca que casi se pueden tocar.
Y es que soy volátil, me desvanezco y renuevo a la velocidad de la luz
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