viernes, 8 de julio de 2011

La Dualidad de mi Bipolaridad

Hala mi cabello hasta la convergencia de nuestros labios, para así hacerme saber que somos acróbatas caminando sobre la delgada línea que separa mi dolor de tu placer. Puede que algunos se espanten ante tal instinto, pacatos, puritanos, que no les importe más que eso que sucede en sus cuatro paredes.

La batalla entre mis hemisferios cerebrales parece infinita, mi alter ego se revuelca en tu deseo y mi yo solo predice el accidente destellante de tu amor que puede ser fugaz, a manera de daga que se hunde en mi costado y desde ya deja una marca que seguro tendré que suturar sin anestesia. Pero…ambos coinciden en algo, ambos coinciden en ti, tanto corpóreo como inmaterial, para gozar de la dualidad de mi bipolaridad. Mi cara pública que quiere andar por las calles de tu mano, saludando con la sonrisa perfecta, para que grites sin reservas que me posees, que te poseo. Y la otra, íntima y clandestina, en otro nivel de conexión, que carga con el plan de ausencia espontánea de la multitud, escurridiza y poco recatada, para que “nos vuele la sonoridad por el aire” y “Hacer la excepción de romper las reglas”. Ambas codependientes e inseparables, si tienes una tienes las dos, para que "Durar sea mejor que arder".


Pintura: Dualidad. Mercedes Casas Ocampo

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